INYECCIÓN
El elaborado diseño del motor, la inyección electrónica de última generación: 32 Kw (44 CV) de potencia y el cambio de seis velocidades con relación cerrada no solo contribuyen a que la KTM 390 Duke logre unas prestaciones impresionantes, sino, además, un consumo de combustible extremadamente bajo. Gracias al catalizador regulado, solo produce las mínimas emisiones.