La metaetiqueta viewport da instrucciones al navegador sobre cómo ajustar las dimensiones y la escala de la página a la anchura del dispositivo. Cuando el metaetiqueta viewport no está presente, los navegadores para móviles automáticamente procesan la página con una anchura de pantalla propia de ordenadores (por lo general, unos 980 px, aunque puede variar según el dispositivo). A continuación, los navegadores para móviles intentan mejorar el aspecto del contenido aumentando los tamaños de fuente, y adaptando el tamaño del contenido para que se ajuste a la pantalla o mostrando solo la parte del contenido que cabe en pantalla.
Para los usuarios, esto se traduce en que los tamaños de fuente pueden tener un aspecto cambiante y que quizá tienen que tocar la pantalla dos veces o pellizcarla para hacer zoom a fin de poder ver y utilizar el contenido. Puede que Google determine que una página no está optimizada para móviles si obliga a seguir este tipo de interacción en un dispositivo móvil.